Empresas y organizaciones se abren a nuevas formas de mirar en su interior
Junio 2023.
Inventario: mirar al interior y registrar lo encontrado.
Hasta ahora las empresas han estado acostumbradas a realizar un único tipo de inventario: el de los almacenes. Tradicionalmente ha sido el más importante dentro de una organización porque de alguna manera las existencias son el corazón del sistema contable; reflejan el flujo de las «materias primas» (en sus distintas categorías) que alimenta toda actividad basada en la venta de productos de acuerdo a una serie de criterios de gestión.
Con independencia de quién lo haga (un robot, un auditor junior, el equipo financiero o el propio autónomo…) el «inventario» se realiza en la dimensión material (financiera) y constituye el origen de la variación de existencias, esa habitación de las cuentas anuales donde todo cabe. Representa algo tangible y cuantificable (cuánto tengo de «algo», cómo rota ese «algo», cuál es el precio medio de venta /compra de ese «algo», cuánto cuesta fabricar «algo», cuánto gano con cada «algo» que vendo, etc.).
Y aunque en toda organización hay muchos armarios y cajones donde se guardan existencias de todo tipo, es en un lugar concreto, el gobierno corporativo, donde se atesora la más importante de todas: la existencia en sí misma, la identidad.
El cada vez mayor enfoque de las personas hacia la construcción de relaciones basadas en la cooperación, la armonía, la paz y la abundancia está llevando a muchas empresas a hacer inventarios en otras dimensiones (y analizar nuevas dimensiones de los inventarios tradicionales) que les ayudan a mirar en el interior de su propia existencia, a revisar el sentido de su existir.
Algunas de las principales características de estos inventarios pluridimensionales y diferencias con los realizados en un plano puramente material son:
Son actos de iniciativa propia, voluntarios. No están sujetos a ningún marco legal ni contable ni se realizan por imposiciones «externas».
Salen del foco del análisis lineal y cuantitativo y abren una nueva forma de comprender la «existencia», las relaciones y el movimiento de los recursos.
No conllevan juicio ni veredicto; hay aprendizaje e inspiración para abrirse a nuevos caminos.
Tienen punto de partida pero no final; conllevan la integración de nuevos parámetros y valores en el día a día.
Se centran en el interior. No prestan atención al exterior porque no hay ningún benchmark y se realizan en la intimidad de la organización.
Al contrario que los inventarios contables estos inventarios no se inician en un momento concreto del calendario. Cada organización lo hace a su debido tiempo cuando esté preparada ya que el principal requisito que se necesita es tener valor, sinceridad y voluntad de cambio. Las crisis suelen ser, en general, buenos detonantes.
La apertura de los cajones puede que en ocasiones de miedo y respeto porque quizás no se sepa (o no se quiera) mirar en el interior. Pero es una aventura fascinante que lleva a abrir el corazón y a una gestión verdaderamente intuitiva y cualitativa que sea beneficiosa (que haga bien) para toda la humanidad.
Lectura recomendada. Poema VALOR. Ir a POEMAS